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RESEÑA POR UNA ASISTENTE
En junio del 2022 viví, de nuevo, una increíble experiencia en el II Festival Metal por la Infancia. Insisto en que fue increíble por varias razones. La primera es que fui testigo del encuentro de todas las generaciones alrededor del Metal y la música extrema; desde el momento en que las puertas se abrieron el auditorio empezó a llenarse de bebés en cochecito, niños y niñas de uno, dos, tres... diez, quince años; jóvenes, adultos, adultas, abuelitos y abuelitas. Todos, sin excepción llegaban con una sonrisa impresa en los labios; unos porque venían a ver en el escenario a sus bandas favoritas, y otros, porque, como yo, no aguantaban las ganas de gozar de un espectáculo único en el que se amalgaman dos mundos, que hace algunas décadas parecían irreconciliables: la infancia y el Metal extremo.
La segunda razón: no todo fue música. El Festival tenía muchas sorpresas preparadas. Junto con los niños y las niñas, tuvimos la oportunidad de reír a carcajadas con Oskar Corredor, un cuentero de larga trayectoria en escenarios nacionales e internacionales, que a su mejor estilo, nos tomó del pelo y nos agrandó la sonrisa con sus cuentos. Otro plato fuerte fue Bullicio Puppets, el invitado internacional que con Jack Distortion, arribaron desde Chile, y aumentaron el voltaje del público con un espectáculo sin precedentes, en el que la realidad del Jack, el títere, que rockeaba con los acordes de Sepultura y Metallica, se mezcló con nuestra ficción. ¡Y, ni qué decir de Long G!... la Jirafa, mascota oficial del Festival… ella… ella, como nadie… como una distinguida marioneta metalera, impetuosa y alegre, caminaba entre el público, para hacernos bailar, gozar, cantar; sentir.
¡Claro! Un Festival no es nada sin las bandas. Sin duda, ¡lo mejor del Festival Metal por la Infancia 2!: Cut-off, Thebluelook, The rockers y Antítesis. Cuatro bandas emergentes, integradas por jóvenes, niños y niñas; nos llenaron de asombro y nos hicieron mover la cabeza con todo el poder emanado desde los instrumentos y la lírica de sus canciones… ¡Solo anhelo seguir la trayectoria de estas bandas para revivir una y otra vez la experiencia de escucharlas EN VIVO!
¿Y qué más?... definitivamente, el Festival Metal por la infancia decidió llevarnos al límite de una experiencia llena de poder y Metal. Además de las bandas que ya nombré, durante las 8 horas que duró el Festival, escuchamos a Arzen, Devasted… y a las legendarias Ingrand y Kilcrops; bandas que jamás me cansaré de escuchar y que no dejan de trasportarme a lugares insospechados de mi mente y mi memoria.
Con todo esto, solo me resta decir: GRACIAS. Gracias al Festival Metal por la Infancia por abrir las puertas del Metal y los sonidos extremos a los niños, niñas, jóvenes y sus familias. Gracias por permitirnos sentir expresiones artísticas distintas que nos invitan a disfrutar sin límites el poderoso mundo del Metal. Gracias por juntar nacionalidades, culturas diversas (no se me puede pasar contarles que vi niños y niñas de la comunidad emberá rockeando entre el público), y generaciones diversas. Gracias, y desde ya, me declaro preparada para la tercera versión.
Catalina Angel – mamá metalera asistente